La postal que se puede observar al ingresar a la villa turística genera desigualdad para los comerciantes, quienes todos los meses pagan sus impuestos.
Fuera de temporada se puede ver como vendedores ambulantes arman sus propias verdulerías móviles sin cumplir los mismos requisitos que desde el estado municipal se le impone a cualquier comerciante que pretende abrir un local comercial.
La falta de controles en plena temporada tiene como excusa la cantidad de vendedores ambulantes que llegan pero fuera de ella solo tiene que ver con políticas de control que no funcionan.
Los comerciantes son los mismos que acercan muchas veces estas imágenes como una forma de repudio y bronca por la desigualdad, “si nosotros no pagamos los impuestos somos deudores del municipio”, señaló un comerciante de la zona.
Este tipo de vendedores ilegales se pueden ver en Las Grutas, e inclusive en San Antonio Oeste, hemos sido testigos del armado de una venta ilegal de muebles en plena vía pública en el acceso de nuestra ciudad.