Exigimos al Gobierno de Rio Negro reflexione sobre su intransigente postura, manifestada en desdichadas declaraciones públicas y anhelamos pueda dejar de lado la ceguera institucional con la que desarrolla este conflicto.

Solo basta ver la masividad de las asambleas, las cuales además de ser multitudinarias, contienen al más amplio espectro social con un denominador común: Miles de ciudadanos exigen ser escuchados.

Hoy no existe familia rionegrina, organización sindical, ni central de trabajadores que no debata sobre el tema. Los trabajadores rechazan firmemente la imposición arbitraria e inconsulta de una planta nuclear, pero sobre todo cuestionan el temerario nivel de improvisación del gobierno, no solo por los riesgos propios de la energía nuclear sino sobre todo por la falta de infraestructura y controles en toda la provincia.

Con un botón basta para muestra, y como todos sabemos, es de público conocimiento el preocupante incremento del nivel de contaminación de nuestro Rio Negro.

Es la misma Constitución Nacional, la que reza en su artículo Nº 41 “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo”

Señor Gobernador, esta situación requiere de un nivel de madurez y debate mayor, se encuentra en juego la vida y la integridad física de nuestro pueblo. Es por ello que LOS JUDICIALES DECIMOS NO A LA CENTRAL NUCLEAR