La banda ingresaba por lo menos dos veces al mes unos cinco kilos y medio de cocaína para ser distribuida en el alto valle, Neuquén y Viedma.

Los seis detenidos -cinco hombres y una mujer- por el secuestro de más de cinco kilos y medio de cocaína y una suma superior a los 200.000 pesos, entre otros elementos, se encuentran detenidos en Viedma a disposición del juzgado Federal.

Varios de ellos fueron trasladados desde otras localidades luego de los operativos simultáneos realizados durante toda la jornada del viernes aquí en Viedma, Roca, Neuquén y Santa Rosa, La Pampa.

Se estima que el martes la jueza federal, Mirta Filipuzzi, comenzará a tomar las respectivas declaraciones indagatorias a los seis detenidos, entre ellos, un expolicía y un uniformado en actividad que cumplía funciones en la comisaría de San Javier.

Con estos secuestros y detenciones se logró desarmar una banda de narcotráfico que actuaba en el Alto Valle, Neuquén y Viedma en conexión con La Pampa. Según trascendió distribuía una importante cantidad de cocaína dos veces al mes en esta región. Los más de cinco kilos y medio incautados sería la mitad de lo que ingresaban con fines de comercialización cada 30 días.

Mieres, el expolicía que hace años pidió la baja de la institución rionegrina, sería el líder de la banda con contactos no sólo en Río Negro sino también en Neuquén y La Pampa. En la capital rionegrina la conexión habría estado a cargo del policía en actividad y de otro de los detenidos aquí.

La mujer imputada con residencia en Roca habría cumplido con ese papel en el Alto Valle y también en Viedma, conformando con el resto de los privados de la libertad una trama de conexión narcótica entre las tres provincias que ahora ha sido desbaratada.