
Casi lo linchan por estafar con dólares falsos en Las Grutas Un hombre cambió U$S 200 dólares a un comerciante.
Cuando descubrieron que eran apócrifos, lo buscaron hasta que lo encontraron por la peatonal. Lo salvó la Policía.
Un hombre y una mujer fueron detenidos anoche por la policía de Las Grutas acusados de haber estafado a un comerciante con 200 dólares falsos, a cambio de 30.000 pesos.
Como ocurrió con un “mechero” que había robado días atrás en una tienda del mismo balneario, el sujeto –de contextura robusta- recibió una andanada de golpes de vecinos y comerciantes antes de que los uniformados se lo llevaran a la Comisaría 29na
El arresto se produjo poco antes de las 23 en medio del enorme tumulto que había estallado en pleno centro de la villa balnearia, en proximidades de la Tercera Bajada.
La pareja es oriunda de Puerto Madryn, y quedó a disposición del Juzgado Federal de Viedma –por ser un delito que corresponde a ese fuero-, desde donde se dispuso el secuestro de los billetes apócrifos más otro monto similar de la misma moneda que tenían los sospechosos.
También se ordenó la restitución de los 30.000 pesos al damnificado, informó el subcomisario Juan Colpi, a cargo de la Unidad 29na.
Un testigo contó que el individuo intentó por la mañana canjear billetes estadounidenses en distintos locales, y que pretendía que se los recibiesen al precio paralelo.
Así anduvo hasta que en un bar le aceptaron la transacción.
Pero casi inmediatamente notaron en ese establecimiento que los billetes no eran auténticos, por lo que el afectado comunicó la trampa al grupo de whatssap que integran colegas de distintos rubros.
La fuente indicó que, en base a la descripción del embaucador y su vestimenta, lo descubrieron en horas de la noche paseando con la mujer por la peatonal.
Entonces se puso en marcha la red comunicacional que conformaron para desmantelar maniobras dolosas, y en pocos minutos varios vecinos se concentraron en el lugar.
Al ser sorprendido el desconocido intentó huir, pero lograron reducirlo entre forcejeos, técnicas pugilísticas y tomas de inmovilización, mientras le reprochaban haber sido el autor del chantaje.
Ahí notaron que la mujer había escapado corriendo.
Varios policías irrumpieron no más de cinco minutos después y se lo llevaron detenido.
“No soy yo, no tengo nada que ver”, cuentan que gritaba desaforado mientras los efectivos lo subían, no sin esfuerzo, a un patrullero.
Los vecinos enardecidos se agolparon en la sede policial, donde el perjudicado realizó la denuncia.
Mientras realizaban el trámite, la mujer apareció voluntariamente e hizo entrega de los 30.000 pesos en forma voluntaria. Pero de todos modos también quedó presa.
Según averiguaron, se alojaban en un departamento cuya ubicación no pudieron determinar, y se movilizaban en una costosa camioneta.
Creen que la huida de la chica en medio del alboroto se debe a una estrategia para ocultar otras evidencias, pues presumen que lograron engañar a otros incautos y que guardaban el botín donde se alojaban.
Los dólares secuestrados, remarcaron los testigos, son de una calidad “regular” y aunque en una rápida transacción pueden pasar por auténticos, una revisión más detenida revela que son imitaciones.