Intendentes de distintas localidades impulsaron el reclamo de un mayor accionar contra las celebraciones furtivas frente a la posibilidad de que se instrumente el “toque de queda sanitario” nocturno, recomendado por el gobierno nacional, el que cosechó resistencia por parte de comerciantes y empresarios, sobre todos de los centros turísticos veraniegos.

La necesidad de ajustar los controles tiene fundamento en la cantidad de encuentros festivos que se efectuaron en este último fin de semana sin ningún tipo de habilitación.

Hubo reuniones en predios privados al aire libre y también en viviendas particulares, con más personas de las permitidas, sin respetar la distancia, ni el uso de barbijos.

A la fiesta en un departamento del centro cipoleño, este fin de semana se sumó un gran operativo en Cinco Saltos. La Policía detuvo a trece personas mayores de edad e identificó a dos menores de edad.

En los municipios rionegrinos esperan que la actividad recreativa se concentre en parques o comercios habilitados.

En Cipolletti, se otorgaron permisos para “bares al aire libre”, como una forma de ofrecer la alternativa de esparcimiento en ámbitos controlados.

En números

Se advierte que aumentaron los casos de pacientes jóvenes, que contagian a los adultos de sus familias. Esa apreciación no se traslada a las estadísticas oficiales, al menos por ahora.

Según los informes que publica el Ministerio de Salud, las personas de 20 a 29 años y los menores de edad (sin discriminar niños de adolescentes), siempre representaron el mismo porcentaje del total de pacientes.

En junio de 2020, a tres meses del inicio de la pandemia eran un tercio de los casos confirmados y el 8 de enero de este año, en el último informe, representaban el 28% de los casos.

Desde la estadística de casos oficiales, entonces, no hay herramientas para fundamentar la hipótesis de que son los jóvenes y las fiestas, los focos de contagios de coronavirus que hicieron subir los pacientes activos desde el inicio de diciembre.