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El ocaso del sistema de salud en Neuquén

Por décadas fue considerado el mejor del país. Hoy sucumbe. Los trabajadores de Salud están en las calles.

Por décadas el sistema de salud de la provincia del Neuquén fue visto como el mejor sistema de salud del país, y podríamos decir que dentro de Latinoamérica los países vecinos también lo codiciaban. Hoy, 2021, sucumbe.

Neuquén es una de las provincias más ricas del país. La contracara a esta realidad es que un gran número de Trabajadores de Salud Autoconvocados están en las calles reclamando mejores salarios y condiciones más dignas. Sin embargo, desde hace un mes están sin respuestas. No puede comprenderse que en la capital de Vaca Muerta los trabajadores imprescindibles, esenciales, deambulen cortando rutas en busca de soluciones a su reclamo de recomposición salarial.

El Gobierno alude a que deben reclamar por medio de los representantes gremiales provinciales. Justo con el mismo gremio que fue quien provocó este caos, acordando y firmando con los propios representantes del Ejecutivo provincial un injusto acuerdo del 12 % de aumento salarial para salud.

Es conocido por muchos que el Convenio Colectivo de Trabajo conforma solamente a los dirigentes de ATE-UPCN, quienes se tomaron las atribuciones de confeccionar una norma artera a espaldas de los trabajadores de salud y que tampoco contempla a todos los sectores, como a los jubilados de salud que dedicaron su vida al trabajo y cuidado de la comunidad y fueron cobardemente excluidos del celebrado convenio.

¿Qué le pasa a la población que no defiende a la salud pública? Hoy los trabajadores de Salud están en las calles. Eran los llamados “esenciales y héroes”, los mismos a quienes aplaudían, felicitaban y agradecían. Hoy se convirtieron en los grandes olvidados.

Es triste el papel que cumplen hoy en esta coyuntura los legisladores provinciales y nacionales. Muchos nos conocen, saben quiénes somos, cómo trabajamos, el compromiso que hoy y siempre tuvimos con nuestra profesión, algunos de ellos hasta fueron nuestros compañeros de trabajo y saben la problemática que el sistema de salud tiene actualmente. Pero eligen quedarse con la boca cerrada.

Señora Ministra de Salud, Andrea Peve: seguramente usted vino a Neuquén atraída por el famoso Sistema de Salud, que le brindó, como a tantos otros que eligieron vivir en nuestra provincia, trabajo, formación, capacitación y la posibilidad de desarrollar su labor profesional en un sistema ordenado, próspero, floreciente con base en la Atención Primaria de la Salud.

Tenemos la intriga de saber qué siente hoy la doctora con trabajadores esenciales reclamando y sin respuesta. ¿No siente que fracasó? ¿No siente que no pudo y que no puede resolver está problemática? Hoy es la pandemia, pero luego, ¿qué queda? El Sistema de Salud no es el mismo que encontró. No es el mismo porque hoy tenemos un 50% de la población enferma, empobrecida, carenciada, sin trabajo, sin estudio y con trabajadores, que en vez de estar dedicados al cuidado de la comunidad -porque cuenta con competencias para hacerlo-, deben dejar su lugar de trabajo para reclamarle a ustedes que le devuelvan su dignidad, para gritarles bien fuerte (porque se hacen los sordos) que la están pasando muy mal, porque están mal remunerados, no son recibidos ni reconocidos como trabajadores de salud y no les dan respuesta.

Por último preguntarles: ¿cómo creen las autoridades de Salud que van hacer frente al nuevo brote covid, que amenaza con ser aún más agresivo? ¿Con qué recursos humanos va a contar? Porque esto no va a parar, no vamos a detenernos si no nos llaman a dialogar. Es un terreno incierto para todos.

Por otro lado, no es muy comprensible seguir protegiendo y defendiendo a un gremio que no representa a los trabajadores. Se requiere otra estrategia que comienza con el diálogo para después emplear acciones que conlleven a soluciones rápidas, eficaces y eficientes, donde tanto la comunidad como los trabajadores de salud estén comprendidos.

Por todo lo expuesto pido a las autoridades correspondientes cordura y reflexión para dar fin a esta situación tan delicada y evitar que la población toda, y en especial los grupos más vulnerables, sean nuevamente la variable de ajuste.

Soy Alba Ernestina Churrarín de Ortega. Avalan mis palabras el hecho cierto de haber trabajado como enfermera en el emblemático Sistema Público de Salud, por más de 30 años. Me siento orgullosa de haber pertenecido y esta situación que viven nuestros compañeros. A mí, como a muchos, nos duele profundamente. No vamos a resignarnos ni vamos a mirar para un costado, vamos a comprometernos con nuestros compañeros de salud, hoy y siempre.

* Enfermera.


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