
La parálisis pesquera en San Antonio ya lleva una semana
El gobierno no encuentra canales de diálogo con los pescadores artesanales
Redes caídas en el puerto de San Antonio. Los pescadores artesanales no dan el brazo a torcer porque desconfían del gobierno.
La paralización de la actividad pesquera en San Antonio cumple una semana y, aún, no hay canales sólidos de negociación con el gobierno, que reclama el levantamiento de las medidas por parte de los pescadores artesanales.
Ayer, la impaciencia llegó a los fileteros, que se movilizaron frente al municipio. El ministerio de Agricultura persiste en su deficiente interlocución y el legislador oficialista Adrián Casadei actúa en la negociación. Su última propuesta consiste en que el gobernador Alberto Weretilneck recibiría el martes a los pescadores, previa suspensión de las acciones, que determinan la paralización de la actividad y la presencia en la Ruta Nº 251, con cortes intermitentes.
El año pasado, el mandatario corrió del vínculo con esos pescadores al subsecretario de Pesca, Jorge Bridi y lo depositó en el secretario, Fernando Malaspina. Este enlace se deterioró y la misión ahora recae en Casadei. El último contacto partió el jueves de Casadei. El legislador “nos transmitió un mensaje del gobernador, que quiere reunirse el martes. Pero para eso nos pide que levantemos las dos medidas. Falta bastante, y tememos que salgamos de la ruta y después no pase nada”, dijo Alejandro Sarmiento, uno de los manifestantes.
Antes, fue rechazada una invitación de Malaspina. “No quiso –explicaron los artesanales– recibir al grupo entero, se quejó por las declaraciones que hizo uno de nosotros (Esteban Aquiles), y optamos por no ir”.
Ayer, los fileteros y los trabajadores de las pesqueras –agrupados en el Sindicato de Industrias de la Alimentación– se movilizaron hacia el municipio, rechazando las medidas porque lo perjudican. “No tenemos materia prima para procesar. Necesitamos trabajar, y, para eso, los barcos deben salir a pescar”, dijeron. Forzando sus facultades, las autoridades municipales impulsan un proyecto de ordenanza para prohibir el arribo de nuevos barcos al muelle.
Por su parte, el gobierno rionegrino defendió su manejo del langostino y negó haber otorgado permisos indiscriminados para buques y lanchas. “El recurso del langostino se está manejando con el acompañamiento del Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos (Cimas). Y por ser una especie nueva convocamos al Inidep, que tiene una experiencia de 40 años en su manejo”, explicó Bridi.
“Lo que se debate –resaltó– es la distribución de la renta. Los artesanales sienten que el sector industrial, que está haciendo fuertes inversiones y aumentando la mano de obra ocupada, podría significar una mayor explotación del recurso y una merma en sus posibilidades de pesca, si es que algún momento escasea el recurso. Este no es el caso”, agregó.