
Alpat: el desafío de competir con costos en alza
La apertura de importaciones le jugó una mala pasada al emprendimiento, que además en este último tiempo tuvo que enfrentar fuertes alzas
La fábrica de carbonato de sodio Alpat, que da empleo directo a 400 rionegrinos en la costa atlántica, enfrenta el desafío de hacer pie en un mercado que, con la apertura de las importaciones, se transformó en altamente competitivo, mientras soporta un alza en los costos que en el caso de gas, principal insumo, se multiplicó por tres.
Alpat forma parte del Grupo Indalo, de Cristóbal López, un empresario que arrancó en Chubut y se expandió, especialmente durante el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner. La AFIP le reclama una deuda de entre 8.000 y 10.000 millones de pesos porque retuvo ilegalmente el Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC) en Oil, la compañía creada para administrar los activos en refinación y comercialización que le compró a Petrobras. Fue una manera de financiarse, en un esquema de “caja única” con la que el grupo se manejaba: los negocios superavitarios financiaban los deficitarios, especialmente los de medios, entre ellos C5N y Radio 10, según “Río Negro” pudo averiguar de fuentes del mercado.
Esta semana se conoció que un grupo inversor sin antecedentes, Op Investments, hizo una oferta por el grupo y ahora espera la autorización de la Justicia (hay una intervención a raíz de la deuda fiscal).
Para llegar al producto final, Alcalis de la Patagonia (Alpat) utiliza dos grandes insumos: sal y gas. El costo del primero no tuvo grandes variantes, pero en los últimos dos años las tarifas de gas subieron de manera exponencial en el país, hasta triplicar su precio.
La apertura de las importaciones obligó además a Alpat a competir con mercados de costos más bajos. La posibilidad de que el gobierno de Mauricio Macri proteja la producción de Alpat con el cierre de las importaciones o de que se subsidie la tarifa de gas, es impensada en un esquema económico como el que se impulsa desde Nación.
En la región el grupo tiene intereses en el mercado petrolero con Cerro Negro (operadora) y Oil M&S (servicios), además de la constructora CPC, que enfrenta conflictos por la falta de pago de salarios en Santa Cruz, detuvo la pavimentación del tramo de la Ruta 23 entre Comallo y Pilcaniyeu Viejo, y no arranca la obra del colector cloacal costanero de Bariloche.
Se estima que en el Grupo Indalo trabajan entre 4.000 y 5.000 personas, y que el empleo indirecto representa una cifra parecida de puestos.