El diputado nacional por Cambiemos defendió el proyecto de reforma tributaria del gobierno. Y coincidió en que hay que ir eliminando impuestos distorsivos. “Con la reactivación de la economía, Río Negro va a tener mayores ingresos”, aseguró.

P- La reforma tributaria reduce impuestos que son ingresos básicos de las provincias, como Ingresos Brutos. ¿Cómo va a afectar y cómo se va a compensar?

R- En estos dos años la reducción de presión impositiva fue casi de 2 puntos del PBI (unos $200 mil millones), con la baja de retenciones agrarias, Ganancias, devolución de IVA para jubilados y quienes tenían asignaciones. Ahora el esfuerzo tributario nacional será de otros 160 mil millones, 1,5 del PBI. Se busca es que las provincias hagan el mismo esfuerzo. Río Negro tiene todavía necesidades financieras, pero va a tener mayores ingresos con la devolución progresiva del 15% que retenía el ANSES y la reactivación de la economía va a incrementar los ingresos coparticipables de Nación.

P- La ecuación es que la baja de presión estimule la economía y eso termine compensando la pérdida de ingresos, entonces.

R- Exactamente, el gobierno quiere sacar otro de los cepos que había en Argentina: el cepo tributario. Se hable con el dueño de un quiosco, una chacra pequeña o una grande, todos te dicen que invertirían y contratarían más, pero la presión impositiva se come la ganancia. Y uno de los impuestos más distorsivos es el Ingresos Brutos. Hay que hacer que vayan teniendo cada vez menos peso en la presión tributaria. Y las provincias deben hacer más eficiente el gasto.

P- ¿Por qué hay que gravar la renta financiera?

R- Este proceso progresivo para bajar la presión tributaria requiere, al principio, una redistribución de carga: la renta financiera estaba sin carga y hay que gravarla –no mucho– porque si no se generan distorsiones. Esto plantea el presidente cuando dice que tenemos que hacer un esfuerzo todos. Así como queremos que quienes ganan menos paguen menos, que quienes ganen más, paguen más.

P- Se plantea también modificar el cálculo de actualización de jubilaciones, que sea por inflación y no atado al crecimiento. Pero atada a la inflación no va a haber recomposición de ingresos.

R- Se va a recomponer en la medida que hagamos más sustentable el sistema jubilatorio. El cálculo que hicieron es muy perverso, se hizo cuando Argentina no estaba creciendo y lo que logró fue no aumentar las jubilaciones. Estamos intentando combatir lo que más complica a los jubilados que menos tienen: la inflación, que siempre le terminó ganando al ingreso. Va a dar la posibilidad de sostener los ingresos, que no son ideales ni aspiracionales, pero que es la realidad. El criterio de realidad es duro, pero es lo que podemos hacer

P- La reforma laboral bajaría aportes patronales. ¿No desfinanciaría el sistema previsional?

R- Buscamos favorecer la generación de empleo y estaríamos incorporando contribuciones patronales para sueldos más altos. Se puede sustentar con el blanqueo de trabajadores, hoy hay un 40% de trabajadores en informalidad que no aportan. En el mediano plazo van a haber más aportes y le va a dar más sustentabilidad.

P- Es polémica también la limitación de indemnizaciones y más atribuciones al empleador para modificar condiciones laborales. ¿No se desprotege al trabajador?

R- Es clave que esto esté arriba de la mesa y que discutamos, pero que discutamos no sólo por los que ya estamos adentro, sino cómo incorporamos a aquellos que quedaron fuera. Cualquier empresario que quiera incorporar le da miedo por los costos que tiene o porque un juicio laboral o una indemnización le cueste 3 años de producción. Necesitamos sistemas de protección que sean equilibrados, no significa llevar al empleado a la esclavitud.