Durante los días 13 y 14 de Enero pasados, se realizó, con la presencia del Grupo Caldén, del Grupo Sensura y varios artistas de la zona, una Mega Fiesta en el paraje Nahuel Niyeu, llevada a cabo con aportes del gobierno provincial a través del Ministerio de Gobierno y el de Turismo, Cultura y Deporte, conjuntamente con la Lotería de Río Negro.

Nahuel Niyeu es una comisión de Fomento de la provincia de Río Negro, perteneciente al Departamento de Valcheta, donde viven 5 familias que alcanzan una población estable de 25 personas, con una matrícula escolar que no llega a la decena y que cursa sus estudios en la localidad de Valcheta.

Si bien estos datos demuestran un decrecimiento poblacional de más de un 50% en los últimos 20 años, no justifican el abandono en el que se encuentra su población. En la inmensidad que los rodea, estos pobladores carecen de una red de agua potable, la cual es transportada en camión cada quincena para ser depositada en un viejo aljibe del ferrocarril, donde los vecinos se acercan para extraer con baldes el recurso vital.

Además de esta precariedad en la que viven, es visiblemente notorio el estado deplorable en que se encuentra la sala de atención para la salud, con baños y cloacas colapsados al igual que ocurre en muchas de las viviendas, lo que demuestra una ausencia casi total de gestión sobre necesidades básicas no cubiertas, por quienes son los responsables directos e indirectos, que no pudieron, no supieron o no tuvieron interés en responder mínimamente, con un proyecto de erradicación de letrinas e instalación de tanques de agua, quedando sin terminar lo poco que se pretendía hacer.

Actualmente, al Estado Provincial este paraje le cuesta 2 millones de pesos, que no se destinan a mejorar la calidad de vida de sus humildes pobladores, quienes no se animan a reclamar ni hablar de la situación dado que su Comisionado, Joselo Arden, pertenece a la familia que durante 30 años vivió del Estado con la UCR y hoy lo hace con JSRN.

Lo que indigna es la incapacidad de distinguir una gestión real de gobierno de una intervención discrecional hacia un evento, que poco cambia la realidad paupérrima en la que se vive día a día a la vera de una ruta nacional; como si una fiesta alcanzara a compensar la desvalorización que sufren aquellas personas que no son contempladas con igualdad ni atendidas con los recursos y esfuerzos que corresponden, como rionegrinos que son y que además, viven en un terruño olvidado, el cual debería ser contemplado potencialmente si se hablara de una verdadera planificación a largo plazo para el futuro de la provincia.-