Este personaje es uno de los habitantes del río Limay. Se denomina chinche de agua y suele habitar también arroyos, estanques, lagos y pantanos. El insecto de la foto es un macho.

¿Cómo lo sabemos?

Investigando con biólogos de la ciudad, nos contaron que luego del apareamiento, las chinches hembras depositan los huevos sobre el lomo del macho. El papá es el encargado de portarlos y protegerlos hasta el nacimiento de las crías. Tarea difícil ya que debe asegurarse que los huevos reciban oxigeno suficiente y por el peso extra se convierte en presa fácil para sus depredadores.

La picadura de la chinche de agua es dolorosa, pero no representa un riesgo para la salud humana. Y un dato más: Si te encontrás con alguna, no uses insecticida porque no les produce ningún efecto. Sólo hay que evitar tocarlas o pisarlas.

Una a favor de este bichito es que son muy útiles como controladores biológicos, ya que se alimentan de plagas como caracoles y mosquitos.