Tras una presentación de informes “con errores” el Concejo Deliberante pidió una auditoría en el centro de faenamiento. Aseguran que los números no cierran.

En épocas de bonanza, hasta 3.900 cabezas se llegaron a faenar por mes.

El matadero municipal de Luis Beltrán fue, desde años atrás, punto de conflicto de las fuerzas políticas de la ciudad. Estuvo quebrado, fue tercerizado y ahora es una sociedad del Estado que llegó a tener récord en la cantidad de cabezas faenadas por mes, llegando a las 3.900.

Esta semana, el Concejo Deliberante en pleno pidió “transparencia” y una “auditoría externa” en el centro de faenamiento. Además argumentaron que la actual dirección del lugar, en manos de Gerardo Martínez, tiene una “pobre administración”.

Martínez es cercano políticamente al diputado nacional, Martín Doñate, con quien el actual intendente, Pablo Delgado, tiene una relación ahora distante.

Esta semana, los concejales sostuvieron que se analizaron dos informes. En uno de ellos “en lugar de restarse los gastos se los sumaban”, y otro informe con esta operación bien realizada. Pero ambos no coincidían en la ganancia. Para los concejales, el primer informe –corregido– indicaba que la ganancia en el período analizado era de $6.000.000 en tanto en el segundo, la ganancia, en el mismo período de tiempo era de $700.000, cuestionaron. Esta situación generó preocupación y decidieron acompañar un pedido de informes presentado por el concejal de JSRN, Darío Vázquez, a través del cual se solicitó un informe a los responsables del matadero para el 19. También solicitan al Ejecutivo que inicie una auditoría externa sobre la empresa estatal y solicite al Tribunal de Cuentas que actúe.

Al cruce de las críticas

Por su parte, los responsables del matadero municipal salieron al cruce de las polémicas que se generaron por los informes del matadero indicando que acompañan la idea de una auditoria, pero sostienen que se debe realizar desde el inicio de la sociedad del Estado.

También criticaron a algunos integrantes del CD. Gerardo Martínez y Jorge Llorente, responsables del matadero, reconocieron que existió un error humano en el informe, pero para los concejales nada quedó claro y esto generó un pedido de reunión y auditoria. Para Martínez existe “mucha mala intención, son unos mentirosos, me molesta, no toman dimensión de lo que hacen”, dijo.

Desde el Ejecutivo prefieren mirar el conflicto desde lejos, pero confirmaron la realización de una auditoría.