Como cada año, Papá Noel recorre los distintos barrios de Río Colorado y La Adela, revolucionando a los pequeños, que salen de sus casa para verlo de cerca y reciben como premio un puñado de golosinas

Los caramelos que llegan tiene un sólo objetivo: sacarle una sonrisa a los chicos y renovarles las ilusiones como las esperanzas.

Hugo lleva 34 años que cada víspera de navidad desafiando las altas temperaturas. Se viste como el personaje conocido universalmente que trae los regalos a los niños por Navidad.

Durante cuatro días, los anteriores a la navidad, monta una moto y recorre cada rincón de los barrios llevando alegría a todos, conquistando el corazón de niños y grandes.

Cada día reparte entre 80 y 120 bosas de caramelos masticables y chupetines, que se fueron reuniendo por la colaboración de la población que pretende que la magia continúe en Río Colorado y La Adela.

Las localidades han crecido el número de niños que fueron poblando cada uno de los barrios y para poder estar en cada rincón de la localidad, desde hace dos años se sumó a la iniciativa para colaborar Mamá Noel (Pamela).

“Es emocionante ver que aquellos que una vez fueron chicos, hoy son padres de familias y hoy con hijos siguen manteniendo el mismo espíritu navideño”, comentó mientras entregaba un puñado de caramelo a los niños que se habían agrupados al sentir las campanas del “moderno trineo”

A lo largo de las cuatro jornadas se repinten historias de chicos que aun conservan la inocencia, y le entregan al Papa Noel, sus cartas con los pedidos de juguetes que esperan para la nochebuena.