
"NOS CONDENARON A VIVIR SIN JUSTICIA"
Julieta Vinaya encabezó el reclamo contra la impunidad a 10 años del crimen de Atahualpa
Estudiantes universitarios, organizaciones sociales, sindicatos, medios de comunicación, vecinos, amigos y familiares de otros casos impunes participaron de la movilización que comenzó esta mañana frente al CEM 18 y que recorrió las calles de Viedma para finalizar en la Plaza San Martín frente al edificio de Tribunales.
"Estoy con la salud un poco más deteriorada, pero con la memoria bien presente y con la lucha ahí constante", manifestó Julieta quien se sumó en las últimas cuadras a la columna en un auto por encontrarse en un delicado estado de salud.
La mujer destacó el acompañamiento de la comunidad: "Ata no sólo es mi hijo, sino que pasa ser el hijo de todos, el sobrino de todos, el nieto de todos, entonces como que la memoria también es colectiva".
"Con este nuevo juicio que estamos esperando quizás no lleguemos a la verdad, pero tiene que haber un antes y un después del asesinato de Ata", manifestó Julieta.
"Lo que ha pasado con el Poder Judicial ha sido gravísimo, entonces esto no puede quedar como si nada, tiene que haber un antes y un después, tienen que tener algún tipo de sanción, por eso estamos peleando para que el Consejo de la Magistratura pueda salir a favor nuestro después de 10 años", remarcó.
Recordó que "el lunes se reúne el Consejo de la Magistratura, esperamos que salga a favor después de más de dos años peleando para que pudiera salir y estamos convocando e invitado a la comunidad para que nos pueda acompañar".
Cuestionó el triste rol que tuvieron en la investigación el Juez Carlos Reussi, los fiscales Daniela Zagari y Ricardo Falca, además de cuestionar el papel que tuvo el abogado de la querella durante cinco años Diego Sacchetti, a quien responsabilizó de dejar vencer los plazos de la causa.
La marcha había partido desde el CEM 18, pasó por frente al Ministerio de Seguridad, el Municipio de Viedma, la Legislatura, la sede del Ministerio Público y culminó frente a los Tribunales. El cierre como cada año se dio con el grito a viva voz de "Atahualpa. Presente. Ahora y siempre".