La ballena muerta que apareció el jueves en proximidades de Punta Perdices, en Puerto San Antonio Este, fue arrastrada por la marea, y al parecer se la llevó mar adentro.

Ayer la corriente la movió y la depositó frente a Punta Villarino, donde la observaron por última vez integrantes del cuerpo de Guardias Ambientales.

Pero con las pleamares siguientes el cuerpo desapareció. Se presume que el oleaje lo llevó hacia el interior del golfo San Matías.

No se descarta que el propio movimiento del mar la traslade nuevamente hacia algún sector de la costa. Depende del sentido del viento.

El cetáceo es de la variedad Minke enana y mide 8.5 metros de largo, confirmaron desde la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.

Está en avanzado estado de descomposición, por lo que se presume que murió tiempo atrás.

Por esta condición tampoco se desecha la posibilidad de que el cadáver se fraccione, y alguna de sus partes llegue alguna playa, o se degrade naturalmente. 

El cetáceo encalló primero cerca de Punta Perdices, frente al “pozón de los tiburones”.

La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, a través de sus guardas ambientales, perimetró el lugar para que los visitantes se acerquen por los riesgos sanitarios que el animal representa ante su avanzada putrefacción.

Ahora están atentos, esperando el desenlace.