San Antonio Oeste. Habitualmente los veraneantes no van a la playa con suecos o botines de seguridad. Usan ojotas, o directamente nada. Por eso suelen registrarse lastimaduras cuando pisan un trozo de vidrio, una piedra filosa o una simple chapita de gaseosa.

De allí que ver tablas con clavos en la rampa de la Primera Bajada, una de las más transitadas, parece un disparate.

Desde hace semanas que están acopiadas decenas de maderas con clavos peligrosamente expuestos.

Al principio las colocaron en el primer tramo del camino. Luego alguien las subió un poco más arriba, y ahí quedaron.

Al parecer el material formaba parte de alguna estructura que fue desmantelada.

Al menos con una de las tablas deberían colocar un cartel que alerte el peligro.

Esta bajada se hizo famosa cuando un turista de Comodoro Rivadavia soldó las barandas porque advirtió los riesgos.

La temporada ya termina. Quizá para la próxima ....