San Antonio Oeste. Sucedió otra vez. Un grupo de vecinos reparó ayer los juegos inclusivos de la plaza Centenario, que se encuentran frente al municipio.

Rápidamente al advertir el gesto, el secretario de Servicios Públicos, Gabriel Soria, salió a informar que desde su área trabajaron “en forma coordinada” con los voluntarios.

Lo aseveró en un escueto parte de prensa ilustrado con fotos difusas, tomadas desde lejos, donde aparece el funcionario observando la labor de los muchachos.

Pero luego uno de ellos, Fabián,  publicó en su Face un reconocimiento a sus dos amigos “Beto” y “Gula”, quienes lo ayudaron, e hizo una aclaración relevante. 

“Les tenía que agradecer antes que se sigan llevando los laureles los políticos”, expresó en el mensaje que incluyó fotos claras, que acompañan este artículo.

Ellos llevaron herramientas y una soldadora. Solo pidieron electricidad a la comuna.

Posteriormente otro vecino también destacó la labor realizada por “los tres compañeros de trabajo” (de ALPAT).

Resaltó que “fueron los que tuvieron la iniciativa para volver a poner en condiciones esos elementos”.

También reflexionó: “Hay veces que pienso, se gasta tanto en pavadas, arreglando varias veces las mismas cosas, invirtiendo en cosas sin sintiendo y esto que es tan IMPORTANTE PARA DARLES UNA CARICIA A LOS QUE LO NECESITAN”.
Además pidió que esos juegos, elaborados por alumnos de colegio técnico con materiales adquiridos gracias a una campaña, les coloquen carteles que aclaren que son para personas con capacidades físicas especiales.

El poner manos a la obra por parte de gente solidaria se está volviendo un hábito saludable que revela la inacción de las autoridades de turno.

Se vio en el verano, cuando un turista soldó las barandas de la Primera Bajada, y después cuando un vecino reparó la compuerta del lago artificial.