San Antonio Oeste. Llega a juicio la muerte de la Ilcen Aimé Pil, la nena de cinco años que murió tras ser embestida por un vehículo cuyo conductor, Fernando Schmid, escapó del lugar, escondió el auto e intentó borrar evidencias.

El debate oral y público se desarrollará bajo el antiguo Código Penal, y estará a cargo de la jueza Adriana Zágari, mientras que Pedro Puntel actuará como fiscal de cámara.

Serán dos audiencias que se realizarán este miércoles 3 y jueves 4 en tribunales de Viedma. Ambas desde las 9.30.

El trágico hecho se registró en noviembre de 2015, cuando la chiquita junto a su hermana, también menor, caminaban a un kiosco cercano a su casa.  

Schmid está imputado por “homicidio culposo”, que prevé penas de entre dos y cinco años de cárcel.

La causa judicial atravesó distintas instancias en las que los defensores del acusado –que siempre estuvo en libertad-, Manuel Maza y Luciano Perdriel, intentaron allanar el proceso con un requerimiento de suspensión de juicio a prueba que proponía una probation (realización de trabajo comunitario), con el cumplimiento de una pena de ejecución condicional (sin detención) y un resarcimiento de 50 mil pesos.

Pero el planteo fue rechazado tanto por la fiscalía, la Sala Criminal A y los abogados querellantes, Gustavo Arbues y Néstor Torres, quienes representan a la familia de la víctima.

Entonces la defensa recurrió al Superior Tribunal de Justicia, que también desestimó el requerimiento.

Arbues anticipó que además de una “amplitud de pruebas” presentarán nueve testigos con los que buscarán acreditar la responsabilidad de Schmid en el episodio.

Hay testimonios que consideran serán claves, como el de la hermana de Ilcen, y el de otro vecino que se movilizaba en un cuatriciclo y observó toda la secuencia a pocos metros de distancias.

El profesional indicó que esperan que Puntel pida una pena de prisión efectiva.

El caso generó una enorme indignación en la comunidad, que se sumó a las marchas en reclamo de justicia que organizó la familia. 

El acusado no solo escapó del lugar y no auxilió a la nena, que murió en el hospital, sino que escondió el auto en su casa y lo lavó, con la intención de eliminar pruebas.

Durante algunas horas la policía buscó al rodado sin éxito, hasta que la propia esposa de Schmid que estaba embarazada concurrió al hospital con una crisis nerviosa y se quebró y contó todo.

Al lado de la sala donde la atendían estaba Ilcen gravemente herida.