San Antonio Oeste. El martes 30 de este mes se realizará la audiencia de Control de Acusación por la causa que investiga la muerte del joven Nicolás Gutierre, el adolescente de 17 años que sufrió una fatal descarga eléctrica cuando jugaba un partido con amigos en la cancha de fútbol 5 del club Racing, en pleno centro de esta localidad.

Será a las 11 en la sede judicial de Viedma, informó la mamá, Patricia Campos, quien al igual que el resto de familiares y amigos lo esperaban con ansias.

Esta nueva instancia, requerida por la fiscal Paula Rodríguez Frandsen, encamina el proceso a debate oral y público a los tres hombres que están imputados.

Para ello el juez actuante, en este caso Fabio Corvalán, deberá previamente evaluar las pruebas y planteos que presenten las partes, fiscalía, querella y defensa, para luego requerir la apertura del juicio, que se debería efectuar en un lapso de entre 10 días y dos meses.

Los acusados son Rubén Barilá y Paulo Sandoval, presidente de Rácing y encargado de alquilar la cancha de fútbol 5, respectivamente, por “Homicidio simple con dolo eventual”.

Mientras que al ex titular de Inspección General del municipio, Nicolás Murguiondo, lo responsabilizan por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

Alambre electrocutado

El trágico hecho se produjo el viernes 23 de febrero de 2018. Esa tarde Nico fue a jugar un picadito a la cancha de fútbol 5 de Racing, que volvió a funcionar después de un tiempo de estar cerrada.

En una jugada, el adolescente tocó el alambrado que rodea el perímetro del campo de juego y su cuerpo comenzó a estremecerse. Alguien se dio cuenta y lo apartó del cerco. Llamaron al hospital y lo fueron a buscar en una ambulancia. Pero la descarga había sido mortal.

Las pericias determinaron que de una de las columnas del alumbrado había cables sueltos y pelados, los que propagaron la corriente al alambrado olímpico.

En su primera parte la investigación transitó por dos carriles: la responsabilidad de quienes estaban a cargo del reducto deportivo y los controles por parte del estado municipal.

Al funcionario Murgiendo Fiscalía le achacó haber posibilitado que funcionara comercialmente la cancha “con una precaria instalación eléctrica que carecía de disyuntor diferencial y cableado de puesta a tierra”.

Le reprocharon no haber inspeccionado las instalaciones en cuando a sus condiciones de seguridad necesarias para su habilitación.

Entre el material probatorio que acumula la causa, además de testimonios y pericias, aparecen normas locales referidas al rol establecido a la municipalidad, cuyas autoridades argumentaron que el control no era de su competencia.

Sin embargo, existe una notificación de la comuna -que logró mamá de Nico-, en la que les notificaban a las autoridades del club que serían objeto de una inspección.