La Policía de Río Negro puso fin a una red de comercialización de droga en la Unidad N° 12 del Servicio Penitenciario Federal que dirigía un condenado, y que luego vendía a otros internos.

En el caso, tres chicas “narco” están presas por ocultarla en sus partes íntimas, y en visitas familiares, entregaban al preso que las introducía en preservativos.

La investigación demandó bastante tiempo ya que las autoridades carcelarias no podían entender cómo ingresaba marihuana al establecimiento pues en la actualidad, la requisa de asistentes ajenos al penal, se limita a revisar bolsos y palpar la indumentaria con que se presentan en virtud de que las normas prohíben otro tipo de prácticas.

Inicialmente, se descubrió que esta situación venía ocurriendo dos veces por semana tomando en cuenta que los jueves y domingos son los días autorizados; según revelaron fuentes policiales a “Río Negro”.

Conocida la modalidad, y al advertirse que un grupo de personas nuevamente se aprestaba a producir un nuevo ingreso de estupefacientes, la Unidad de Investigación de Toxicomanía informó a las autoridades judiciales que dieron curso a las medidas pertinentes.

Pocos minutos después fueron demoradas las mujeres en momentos previos al acceso al interior del complejo con la colaboración del personal del Servicio Penitenciario.

Producida la requisa de sus efectos y ante la sospecha de que la sustancia iba oculta en su cuerpo, dos de ellas fueron trasladadas hasta el hospital Zatti. Allí, una ginecóloga extrajo de unos de los cuerpos un envoltorio alargado -tipo “chorizo”- que estaba recubierto por un film. Al ser abierto se verificó que en su interior contenía unos 60 gramos de cannabis sativa.

Además, el paquete contenía profilácticos sin su envase que hicieron presumir al personal actuante que el interno los usaría para encapsularse e ingresar al pabellón sin ser advertido por la guardia.

En forma simultánea fue allanada una vivienda de estas mujeres en el barrio que el Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (Idevi) cedió a la Municipalidad. En ese predio, la Policía logró retener dos kilogramos de esa sustancia, y encontrar unos 3.000 pesos, es decir, el producido de la venta.

Las tres mujeres se encuentran alojadas, desde el viernes pasado, en la Alcaidía Federal por infracción a la ley 23.737 de estupefacientes. Este hecho de violación al sistema de seguridad generó preocupación de las autoridades ya que ponía en riesgo a la población de internos, quienes bajo los efectos del consumo de estupefacientes podrían generar graves situaciones.