El tomógrafo del hospital Artémides Zatti de Viedma está fuera de funcionamiento casi desde el inicio de la pandemia de coronavirus y no habría principios de solución en el corto plazo.

Según trascendió, se rompió un elemento de la parte óptica -fundamental para su utilización- y este tubo se habría pedido a China pero todavía no llegó.

De esta manera los pacientes de la capital provincial son derivados a la clínica Viedma y a un centro especializado en imágenes -inaugurado el año pasado- ubicado en calle Zatti, entre Suipacha y Primera Junta, ambos de los mismos dueños.

El tomógrafo del hospital público fue inaugurado el 30 de abril del 2017 para evitar el costo de los estudios derivados a instituciones privadas. Con ese objetivo, se compraron cuatro equipos para esta ciudad, y para Roca, Bariloche y Cipolletti.

Hace dos años atrás, se estimó que para Viedma, con más de 2.600 estudios al año, el ahorro superaba los 16 millones de pesos en Salud Pública. Ahora, con el tomógrafo fuera de funcionamiento, se vuelven a realizar en el sector privado con prestaciones que superan los 16.000 pesos cada una.

Pero este no es el único problema que causa la situación: esta semana se conoció el caso de un vecino de San Antonio Oeste que tuvo que ser trasladado hasta General Roca porque no fue atendido en Viedma. El hombre, que experimentaba un ACV terminal, finalmente falleció en el Alto Valle.