El drama de un papá Cipoleño que no ve a sus hijas desde hace tres años
Sebastián Escalada se separó de su esposa, quien decidió irse con sus hijas a Estados Unidos con un permiso de 90 días, pero nunca volvieron
Un papá cipoleño no puede ver a sus dos hijas menores de edad desde hace tres años y apuntó contra la Justicia por otorgarles el permiso de salida del país en contra de su voluntad. Se trata de Sebastián Escalada, quien actualmente reside en San Carlos de Bariloche, y se encuentra en medio de una fuerte disputa judicial para poder reencontrarse con su familia.
A través de sus redes sociales, el hombre, de 49 años, explicó que al poco tiempo de mudarse a la localidad lacustre se separó de su esposa, quien decidió llevarse a sus hijas con un permiso de 90 días a los Estados Unidos, donde ellos ya habían residido por 20 años anteriormente. Sin embargo, desde ese momento no pudo verlas más.
Al respecto, Sebastián aseguró que las pequeñas salieron de Argentina con un permiso realizado en contra de su voluntad, ya que se oponía a que se fueran. "El permiso lo otorgó la jueza Marcela Pájaro, de Bariloche. Era un permiso de 90 días sin derecho a residencia. Mis hijas se fueron a pesar de mi oposición y de que yo venía denunciando los hechos en el Juzgado de Familia. A pesar de todo esto, la jueza decidió entregar el permiso", sentenció.
También comentó que “el argumento de la jueza para otorgar el permiso fue que la madre quería viajar a ver a sus seres queridos, y que eso lo entendía razonable. Me dijo que me quede tranquilo, que me amparaba el Convenio de La Haya y que mis hijas iban a volver. Esperé los 90 días y nunca más las volví a ver”.
A su vez, señaló que la Corte de Estados Unidos se negó a restituir a sus hijas. "Me dijeron que el país de residencia habitual de ellas era Estados Unidos, por lo que se terminó el proceso judicial. Mis hijas son ciudadanas argentinas y residían en Bariloche cuando se las llevaron. Le pedí a Cancillería que intervenga. La situación debía ser resuelta en el plazo de 45 días y ya pasaron tres años. Esta situación se ha tornado insoportable para mi y para mi familia", expresó con dolor en una publicación de Facebook.
La seguidilla de presentaciones judiciales fue interminable y hasta presentó una denuncia den Fiscalía por el impedimento de contacto agravado y desobediencia judicial, la cual fue rechazada.
"Estoy muy pero muy triste. Tengo el alma partida al igual que mis dos hijas. Me preguntan cuánto más tienen que esperar para verme y no sé qué contestarles. La Justicia de este país me ha decepcionado tremendamente. No voy a bajar los brazos hasta poder estar con mis hijas. Ellas son todo para mi y me las robaron", concluyó.