
Calma y arenas infinitas en El Buque
Al sur de Las Grutas, una playa agreste, amplia y solitaria
Rocas en el mar.
Cuando la marea baja quedan al descubierto, como si fueran chimeneas de un barco.
Médanos con vegetación, playas infinitas de arena y aguas cálidas son el atractivo para aquellos que eligen pasar el día en un lugar distinto, alejados del bullicio, la congestión de sombrillas y los vendedores ambulantes.
Parece casi una playa virgen, donde la estepa se mete en el mar y uno se siente dueño de hurgar en cada tramo del paisaje y elegir sin prisa el sector en el que acampar en familia.
Así es El Buque, uno de los balnearios agrestes más bellos del corredor de playas al sur de Las Grutas, luego de traspasar Piedras Coloradas y antes de llegar a Fuerte Argentino.
Para acceder hay que contar con vehículo y es necesario circular con precaución, porque el camino es de tierra, tiene muy poca señalización y nada de mantenimiento. También hay que equiparse de todo lo necesario para pasar el día al aire libre, teniendo en cuenta que en el sector no hay paradores, comercios en los que se puedan adquirir comestibles o bebidas, ni servicios.
Después, sólo quedará disfrutar de las particularidades de un lugar muy especial, en el que se puede caminar con tranquilidad o dejar que los chicos chapoteen. Y muy atractivo para los que quieren pescar.
La restinga
Su nombre, El Buque, está relacionado con la forma que posee un tramo de la restinga, esa formación rocosa que conforma el lecho marino. A medida que el mar se retira, queda expuesta esa estructura, en la que siempre queda apresada un poco de agua. Allí suelen encontrarse pulpos agazapados entre las rocas, cangrejos, estrellas de mar y esponjas. Incluso durante la bajamar queda al descubierto la isla Mejillón, que con la marea alta permanece bajo el agua.
En esta zona la costa está formada por pequeños recodos, como si fueran mordiscos del mar en la geografía. Esas formas hacen que se genere diferente tipo de oleaje según el viento, lo que permite olas para divertirse y amigables para disfrutar y divertirse.
Esa topografía contenida entre restingas asemeja El Buque con las playas del centro de Las Grutas, pero un componente muy diferente: la estepa patagónica y el mar forman un conjunto único de médanos y aguas cálidas ideal para los que quieren disfrutar de la playa sin límites ni aglomerados de gente.
Además de que, cuando amanece, el sol sale desde el agua y al atardecer cae sobre el campo, mostrando dos escenografías distintas, con otros colores, que forman parte del atractivo de este rincón del mundo.
Todo para hacer
Es un lugar de uso recreativo sin estridencias, donde la tranquilidad se conjuga con la riqueza natural, donde cada uno en su sombrilla respeta los espacios del otro. Ideal para familias con nenes pequeños, que corren sin peligro pro metros y metros de arena siempre a la vista de los mayores.
¿Qué se puede hacer? Desde andar en kayak, hacer snorkel, barrenar las olas o simplemente salir a caminar. Todo dentro de la consigna de disfrutar sin romper la armonía del lugar, con un respeto absoluto por la naturaleza.
También los amantes de la pesca suelen elegir esta playa para probar suerte con la caña y los buenos piques se suceden entre pejerreyes, róbalos y lenguados.
Siempre es necesario tener en cuenta que no hay servicio de guardavidas y tampoco se puede circular con vehículos por la playa por ser un área natural protegida.
Amigable con el medio
Si bien solía ser un lugar solitario sólo visitado por unos poco, hoy hay algunas viviendas particulares habitadas todo el año y otras de uso veraniego exclusivamente.
La particularidad de estas casas en que, como en la zona no hay red eléctrica, se abastecen con energía solar. Eso permite que el cielo nocturno se vea en todo su esplendor, sin la interferencia de la luz artificial. Un deleite para los ojos.
Tampoco hay servicio de recolección de residuos, por lo que cada visitante debe tomar la precaución de volver con su basura, para no ensuciar el ambiente.
Porque quienes viven allí y quienes van a pasar el día pregonan el respeto por el medioambiente y el cuidado de la naturaleza.
se debe a la forma que posee un tramo de la restinga, la formación rocosa que conforma el lecho marino.