
Las rutas a Vaca Muerta sufren por el paso de miles de camiones
Vialidad provincial multó a casi la mitad de los vehículos controlados por circular sin permiso y con exceso de carga.
“Prácticamente de cada diez camiones que controlamos, cinco están en infracción”, aseguró ayer el director de Seguridad Vial de Vialidad provincial, René Valero, quien detalló que “donde se deja de controlar, suceden los abusos y las rutas se deterioran”.
La llegada del primer supercamión a Vaca Muerta, la semana pasada, desató la polémica sobre el daño que el exceso de carga de los camiones genera en las rutas de la región.
Si bien desde Vialidad provincial indicaron que el camión con capacidad para transportar 55 toneladas “no es el problema porque respeta el peso por eje”, advirtieron que el deterioro de las rutas de la región se debe precisamente a los miles de camiones que circulan con exceso de carga.
“El equipo pesado es el que más rompe las rutas, porque la carga es el determinante en la vida útil de una ruta, si se exceden las cargas, la ruta se deteriora”, aseguró el presidente de Vialidad provincial, Carlos Schenk.
Desde el organismo provincial se utilizan básculas móviles que funcionan todos los días pero que tienen su efectividad en el elemento sorpresa de su ubicación. “Es estratégico que sean móviles, porque sino los camioneros se las ingenian para esquivar los controles”, detalló Schenk.
En tanto que Valero reveló que “el año pasado se aplicó una cifra millonaria en multas, del orden de los cinco millones de pesos”. Y precisó que la multa promedio es de 5.000 litros de nafta súper que se traduce en unos 70.000 pesos.
Mientras desde el organismo provincial se controlan las rutas que conforman el Corredor Petrolero –Autovía Norte, 7, 17 y 51– Vialidad Nacional sólo cuenta con dos puntos de control en toda la provincia: sobre la ruta 22 en Senillosa y en el paso internacional Cardenal Samoré sobre la ruta 231.
En el Corredor Petrolero, Valero explicó que “controlamos dos tipos de camiones, los convencionales que son los camiones habituales que no necesitan permisos especiales para circular y los no convencionales que son en resumen los carretones y que son justamente los que presentan la mayoría de las infracciones”.
Según precisó “la falta más común en los camiones no convencionales es que no tramitaron el permiso de tránsito a pesar de que exceden las dimensiones”, un trámite que “tiene un costo de 680 pesos”.
Y remarcó que “este exceso de dimensiones, que hace que por ejemplo ocupen la mitad del carril contrario, hace a la seguridad vial en sí más que al daño de la ruta”.
Valero detalló que en el caso de los camiones convencionales “la mayoría no está en infracción porque salen de las fábricas con el peso ya controlado, pero los que están en infracción son generalmente por exceso de peso y eso sí es lo que deteriora el pavimento”.
A la hora de controlar un camión se solicita además que cuente con seguro, la verificación técnica vigente y la autorización de ruta. “Estamos por cercar un predio en Añelo para empezar a guardar los camiones que quedan como secuestrados, porque nos pasa bastante que como no tienen la VTV (verificación) vienen a buscarlo recién a los tres días”, señaló Valero.
El funcionario enfatizó que “a pesar de que al detectarlos se los multa y otro camión tiene que venir a buscar la carga que le bajamos, hay un alto índice de incumplimiento” y agregó que “ya encargamos dos básculas más”.