
Bariloche tiene otras dos centrales eléctricas pero están paradas
El gobierno provincial anunció que garantizará el suministro aunque So Energy se lleve sus equipos fuera del país
La decisión de la empresa multinacional So Energy de llevarse los equipos de generación que tiene en Bariloche fuera del país luego de perder la tarifa preferencial que -según dijeron- hacía rentable la operación, obliga a la distribuidora CEB a buscar alternativas para el invierno, cuando la demanda supera la capacidad de la única línea de alta tensión que abastece la ciudad. El gobierno de la provincia salió a aclarar que garantizará el servicio con los equipos actuales o con otros, y sin dar mayores precisiones abrió la puerta para la recuperación de dos usinas que durante años fueron la “reserva fría”.
En la Cooperativa de Electricidad Bariloche (CEB), que es concesionaria de la distribución, vienen reclamando desde hace meses que el gobierno nacional o el provincial atiendan el grave riesgo en el que se encuentra la ciudad por la inminente salida de So Energy.
La segunda línea de abastecimiento desde Alicurá -que daría una solución de fondo al abastecimiento- no tiene ningún grado de avance físico a pesar de los anuncios del gobierno de Mauricio Macri y de las dos licitaciones que se realizaron.
La única línea de 132 kilovoltios (kV) entre la estación transformadora Alicurá y Bariloche funciona desde 1987. Hasta entonces, la usina Pechón, en la zona de Ñireco, y Puerto Moreno, en el kilómetro 10 de la avenida Bustillo, fueron las fuentes de electricidad de la ciudad.
Ambas usinas quedaron operativas de todos modos, como “reserva fría” en caso de caída de la línea de 132 kV. La tarifa de la CEB tenía el reconocimiento del costo que significa operar pero sobre todo mantener las dos centrales en condiciones de entrar en generación ante cualquier contingencia o frente a un corte programado.
“Este sistema seguirá disponible con la empresa que actualmente presta el servicio o con cualquier otra que esté en condiciones de responder a los requerimientos de consumo eléctrico del lugar”, informó el gobierno rionegrino.
La secretaría de Energía de la provincia tiene una auditoría, realizada bajo la gestión de Marcelo Echegoyen, que indica que Pechón y Puerto Moreno no tienen el grado de obsolescencia que le adjudicó la CEB para convencer al EPRE de eliminar la exigencia de mantenimiento.
A pesar de que la CEB se liberó de ese costo, la tarifa no se redujo.
El principal argumento del EPRE para autorizar que estas dos centrales no sigan operativas era, precisamente, la existencia de los equipos de So Energy.
Para los técnicos del gobierno rionegrino, se trata de un problema de la cooperativa, pero Bariloche no es cualquier ciudad y un apagón en medio de la temporada de esquí es una postal que el gobernador Alberto Weretilneck prefiere evitar, aunque tenga un costo alto.