
EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL: UN COMPROMISO QUE DEBE SER DEL ESTADO Y DE LA FAMILIA
Maricel Cévoli, directora de Inclusión Educativa, Educación Especial y Asistencia Técnica, del Ministerio de Educación de Río Negro
La educación sexual integral es fundamental en las escuelas, en las familias y en medios informativos. Es lo que permite ir trabajando cotidianamente con los niños y las niñas conceptos como ‘mi cuerpo es mío‘, ‘mi cuerpo es mi territorio‘, ‘qué cosas siento, qué hace bien, qué cosas que no “ desde muy temprana edad.
Maricel Cévoli es directora de Inclusión Educativa, Educación Especial y
Asistencia Técnica, dependiente del Ministerio de Educación de Río Negro.
La funcionaria comentó que los temas se tratan en diferentes niveles y
modalidades, ya que la educación sexual se trabaja en el nivel Inicial,
Primario, Medio, Escuelas Especiales, y de Formación Cooperativa Laboral.
La Educación Integral, ley 26.510, sancionada en el año 2006 y con un
compromiso asumido por la Ley Orgánica de Educación de la provincia de Río
Negro, se inicia desde edades tempranas, con el compromiso de la Dirección de
Nivel Inicial en todos los Jardines de la provincia.
‘Nosotros iniciamos y pensamos que la educación sexual es un compromiso que
tiene que asumir el Estado, pero que también es responsabilidad de la familia,
esto implica no solo al Ministerio de Educación en relación a la educación
sexual como un programa para desplegarse desde el Ministerio de Educación y
Derechos Humanos en el caso nuestro, sino con compromiso de otros estamentos,
como el Ministerio de Salud‘.
Al inicio del año escolar alumnas y alumnos llevan a sus hogares una nota donde
se especifican las reglas del establecimiento escolar, y una serie de consultas,
entre ellas si los responsables a cargo de los menores dan su consentimiento
para que la alumna o el alumno reciba información de Educación Sexual
Inclusiva.
Al ser consultada acerca de si ese consentimiento es necesario y/u obligatorio,
Cévoli expresó: ‘No debiera suceder, porque en realidad como es una ley de
aplicación y aprobación por parte del Senado y compromiso con la Provincia, las
familias deberían saber que como tal es un derecho y que se desarrolla en el
marco de los lineamientos curriculares‘.
Este consentimiento en sí, representa un control de aplicación de la ley por
parte de los establecimientos, que se ven en la necesidad de poder plasmar la
aprobación de la familia por alguna cuestión que pudiera existir de
desentendimiento. Puede suceder que también se deba a la falta de comprensión
de por qué se lleva adelante el programa de educación sexual, que se encuentra
en el contexto de la formación por lineamiento curricular y en los programas
institucionales de cada escuela de los tres niveles y modalidades.
En el caso del nivel Inicial, se sugiere que en el inicio del ciclo lectivo,
cuando se realizan las entrevistas con madres, padres o responsables los
docentes informen que existe esta ley, que es un derecho y está pensada para
desarrollarse en todos los niveles.
Por su parte Cévoli destacó que en el caso que una familia no dé el consentimiento, se puede deber a que muchas veces desconocen de qué se trata y temen lo que se les vaya a transmitir a sus hijas e hijos, entonces ‘ante la negación, es importante que los docentes tengan en claro para sí mismos de qué trata la ley. Por eso, siempre insistimos en que la educación sexual integral empieza con un trabajo de auto reflexión, porque es importante que las familias sepan que esto no tiene que ver con una educación meramente sexista, tiene que ver con la comprensión de un derecho a la educación‘, explicó.
Educación inclusiva
Cuando hablamos de educación inclusiva, nos referimos a la constitución de las familias en todos sus géneros, padres y madres heterosexuales, homosexuales, solteras y solteros, de distintas edades, o que conforman núcleos con otros familiares o adultos que estén a su cargo.
‘El Ministerio de Derechos Humanos asume un compromiso por la diversidad, Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (LGTB) en tanto y en cuanto además de haber elaborado documentación propia, trabaja con otras entidades de otros ministerios, como el Consejo Provincial de la Mujer, con Salud, en el respeto por las decisiones y construcciones de la identidad sexual de cada uno‘.
Los niños de nivel Inicial, particularmente, presentan muchas inquietudes, ya
que es una etapa de investigación donde se trabaja con que la construcción de
conocimiento tiene que ver con la exploración. Una de las cuestiones sobre las
que ellos más indagan es la genitalidad. Lo que sucede es que en el marco de la
educación sexual integral, pensándolo desde una perspectiva, no solo
biologicista, es importante hablar no solo de cuestiones que tienen que ver con
el conocimiento y el cuidado del propio cuerpo, sino también la prevención de
situaciones de riesgo y la educación no sexista.
‘Nosotros promovemos en la provincia el no uso de estereotipos, como por
ejemplo el uso de guardapolvos celestes para niños o rosas para niñas, o filas
de niños y niñas, que son mecanismos tan instalados y que además dan
cuenta de una clara inclinación sexista, que es en lo que queremos trabajar
para en algún momento poder destituir‘, expresó Maricel Cévoli.
Al ser consultada de la importancia de ‘las cosas por su nombre‘, la
funcionaria remarcó: ‘Desde edades muy tempranas las cosas por su nombre, los
genitales deben ser nombrados con el nombre que se les atribuye desde la
perspectiva educativa de salud, y además no utilizar recursos que esconden
nuestra imposibilidad de hablar de una temática que es tan importante hoy, en
donde la educación sexual es una necesidad y un derecho que debe ser validado,
y una escucha atenta que los educadores tenemos que tener en relación a las
nuevas generaciones. Por eso, las cosas por su nombre‘.
La información va modificándose según los intereses y las realidades de cada
grupo etario. En el nivel Inicial se trabaje sobre una educación más vinculante
con el conocimiento del propio cuerpo, con el cuidado.
‘En la provincia tenemos situaciones que han sido visibilizadas porque la
realidad nos indica que hay infancias diversas. Me parece que hoy a edades más
tempranas se empiezan a dar inquietudes que antes no se daban y tenemos que
tener esta posibilidad de ampliar el espectro de pensarnos, de convocar a
quienes consideremos que tal vez tengan la información que nosotros no podamos
brindar‘, indicó Cévoli.
Se realizan capacitaciones, y tal vez lo que implica la educación sexual
integral es un auto reflexión acerca de cómo nos posicionamos nosotros, desde
nuestro propio lugar de construcción sugestiva frente a la demanda de lo que se
está pidiendo de la educación sexual.
En la página web del Ministerio de Educación, solapas Políticas Provinciales y
Nacionales, encontramos el programa Educación Sexual Integral (ESI), donde
figura toda la información que ha sido elaborada por la Coordinación nacional,
y algunas apreciaciones que se han hecho desde el Ministerio. Los cuadernillos
que se elaboraron oportunamente por Coordinación nacional tienen además de los
alineamientos para trabajar en cada uno de los niveles, actividades específicas
para los diferentes niveles etarios.
La elaboración de material para el trabajo educativo correspondiente al Nivel
de Educación Primaria, se sustenta en una visión integradora y dinámica de la
sexualidad basada en los enfoques de derechos humanos, desarrollo humano,
equidad de género e interculturalidad. Las orientaciones y sesiones tienen por
objetivo dotar de herramientas pedagógicas a las y los docentes tutores con el
fin de acompañar los procesos de desarrollo sexual saludable en las y los
estudiantes.
En el caso de las escuelas públicas de gestión privada, puntualmente en las
religiosas, se manejan en base a la misma ley de Educación. ‘Hay una realidad,
nosotros no podemos no escuchar las demandas de las nuevas generaciones, ni
mucho menos aun de nuestros estudiantes, porque estamos reconociendo una
realidad y eso nos corre del lugar de educadores, independientemente del
espacio al que asistan, sea público o arancelado‘, finalizó Maricel Cévoli.
La ley
La ley 26.510 de Educación Sexual Integral fue sancionada el 4 de octubre de 2006. En su primer artículo establece que ‘todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada‘desde el nivel Inicial hasta el nivel Terciario. En su formulación es integral porque contempla una formación en relación a la prevención de enfermedades de transmisión sexual y de métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados, la inclusión de temas como identidad de género, orientación sexual y la igualdad de trato y oportunidades para las mujeres.
Según el área de comunicación del Ministerio nacional, cada jurisdicción asume
el compromiso de aplicar la ley. En 2014 y 2015 realizaron instancias de
evaluación del dispositivo de capacitación y su impacto en la práctica
institucional y monitorearon la ejecución de ‘los compromisos asumidos‘. Los
datos obtenidos fueron los siguientes: ‘Modificación de las representaciones
sociales de las y los docentes, alta valoración de los materiales de ESI,
inclusión de los contenidos de ESI en la planificación y los proyectos
institucionales en un 80%‘.
‘El programa traza las líneas rectoras para la implementación, como por ejemplo
la producción y distribución de los materiales y la definición de los
contenidos y los dispositivos para la capacitación continua presencial y
virtual‘, añaden desde el Ministerio de Nación.
Cuando en la agenda pública están cada vez más presentes las reivindicaciones
del movimiento feminista y de diversidad sexual por los derechos y la igualdad,
la educación sexual integral es una herramienta estratégica para avanzar en el
cambio cultural y son los propios alumnos quienes la reclaman.
En algún momento de nuestras vidas tenemos un contacto, ya sea afectivo, por familiaridad, amistad educativa o profesional, durante el cual podemos prestar atención, escuchar, evacuar dudas, compartir información, orientar. La educación sexual integral es una responsabilidad de todas y todos.