Sano y salvo apareció el guardiacárcel que era intensamente buscado. Su auto apareció abandonado en el camino seis del Idevi, a metros de su intersección con la ruta tres vieja, a unos siete kilómetros de Viedma.

Personal de la Brigada de la Policía rastrilló durante toda la mañana de ayer la zona de chacras con la colaboración de perros rastreadores, así como en un canal de riego de dimensiones que atraviesa el lugar y desemboca en el río Negro.

En las primeras horas de la tarde, el oficial se presentó en una dependencia policial junto con una familia. Según trascendió habría llamado la atención su aspecto físico.

Según se supo el jueves, vecinos de la zona observaron un camión del Servicio Penitenciario Federal con varios efectivos, quienes aparentemente se habrían sumado a la búsqueda ante la aparición del auto del guardiacárcel a la vera de un camino vecinal.

En esa zona de chacras, en cercanías de la escuela El Dique, una familia del lugar observó el Chevrolet Astra blanco estacionado y al constatar que no pertenecía a ningún familiar o conocido informó sobre ello a la dependencia policial de San Javier.

Con la intervención de los uniformados se pudo establecer a quién pertenecía el vehículo abandonado, su domicilio y ocupación, entre otros datos personales. Fue entonces que se inició la investigación judicial a cargo de la fiscal, Paula Rodríguez Frandsen.

Este oficial se desempeña como guardiacárcel en la Unidad Penal Federal N°12 con asiento en Viedma. Sería oriundo de Córdoba pero reside en la capital rionegrina desde hace un tiempo por su actividad laboral.

Razones personales lo habrían llevado a ausentarse sin medir las consecuencias y la gran preocupación que generaría entre sus familiares y compañeros de trabajo. La situación se potenció con la aparición de su auto en una zona despoblada y su no presentación al trabajo.