Desmienten que ofrezcan a la venta pollos podridos en las sucursales de La Anónima
El titular de Inspección General del municipio, Alberto Acosta, informó que hicieron controles y no detectaron irregularidades.
San Antonio Oeste. El director de Inspección General del municipio local, Alberto Acosta, desmintió la versión que acerca de pollos en mal estado en el supermercado La Anónima, como se afirma en un audio que circula intensamente desde hace unas horas.
El funcionario destacó que realizan los controles bromatológicos correspondientes a los camiones que ingresan con mercadería tanto a San Antonio como a Las Grutas, y que no se han encontrado irregularidades.
Observan el desprecintado, temperatura de mercadería y la fecha de vencimiento.
Puntualizó, ante una consulta de este medio, que ayer inspeccionaron un camión con productos de la firma “Pollolín”, con sede en Cipolletti, y que se encontraban en perfectas condiciones.
Además, sostuvo que hoy los trabajadores del área recorrieron las cámaras frigoríficas y góndolas de ambas sucursales, y tampoco detectaron pollos descompuestos.
“La hija de una compañera...”
En la grabación difundida, una mujer aconseja no comprar el producto avícola en la empresa del slogan “Aprecio por Usted”, aunque no siempre se caracteriza por tal trato, y la diferencia suele ser notoria.
En la introducción, la voz ubica como fuente a: “La hija de una compañera de trabajo que trabaja en La Anónima”.
Luego con tono de alarma dice que “acaba de llegar un camión lleno de pollos”, y que “los pollos venían todos podridos”.
Describía que los lavarían “con lavandina y otros líquidos, para ponerlos luego a la venta “en oferta”, y aseguraba que iban a todas las sucursales.
Los rumores sobre productos en mal estado en esta firma se han propagado en otras oportunidades. Pero esta vez tuvo una repercusión extraordinaria que alcanzó a sucursales de distintos puntos del país, como lo reflejan distintas crónicas periodísticas, en las que también se desmiente los afirmado en el audio.
Al relato grabado, también se sumó una fotografía de la góndola refrigerada de los pollos en la que no se puede observar ninguna normalidad, aunque coincide en que se ofrecen ofertas de presas y piezas enteras.