La idea es “regularizar la situación de cada productor minero y mejorar las condiciones ambientales, así como también establecer el hábito de las presentación de las declaraciones juradas y seguimiento de los impactos que pueden llegar a generar en el ambiente”, indicó la delegada regional de la Secretaría de Ambiente, Desarrollo Sustentable y Cambio Climático, Ailen Rodríguez.

“Uno de los roles importantes que hemos notado es que la presencia y el seguimiento en los controles que se realizan en cada una de las actividades productivas va generando conciencia en cada uno de los proyectos”, agregó.

En relación al control y fiscalización en las plantas de moliendas de cada uno de los yacimientos, Rodríguez manifestó que “se realizan de forma permanente y continua, haciendo hincapié en los proyectos mineros de tercera categoría como los áridos en Jacobacci, la piedra laja y arena en Los Menucos, los de segunda categoría como es la diatomea, y también todo lo que se refiere a la Ruta Nacional Nº 23, las plazas asfálticas y canteras de áridos, algunas que continúan en explotación y otras ya están para el cierre y remediación”.

Finalmente, remarcó la importancia del trabajo articulado con los municipios, “trabajamos diferentes actividades en articulación con las comunas, en relación a programas de educación ambiental, de fauna, control y fiscalización, y cualquier otro proyecto que se pueda llevar adelante”.